miércoles, 3 de marzo de 2010

Todos un poco idiotas

Este blog no tiene intención de denuncia, análisis social o muestra de la temperatura política/económica, pero es que últimamente las acciones deshonestas se amontonan como bolsas grandes de basura. La última, la propuesta de la CEOE de crear puestos de trabajo a los jóvenes de seis meses a un año sin prestación por desempleo ni cotización a la Seguridad Social, además de salario mínimo. Vamos, de ahí a la semiesclavitud hay un paso. Con el tiempo y esta filosofía empresarial, habrá que acabar pagando por trabajar.

Recomiendo una lectura para los que se crean muy listos. "Historia de un idiota contada por él mismo", de Felix de Azúa. Un buen perfil del español medio enquistado en el amor, las dudas y los problemas diarios (y la consiguiente búsqueda de respuestas). Uno de los males -hay muchos- de lo que nos rodea, es esa inmensa insensatez de creernos más listos que el de al lado. Luego llegará el malestar, la depresión (el hombre occidental no quiere sufrir daño pero lo inflinge continuamente -es bueno para los demás, no para mí-). Los jóvenes acaban por desconfiar unos de otros, pelean por puestos de trabajo detestables, por un poco de narcisismo o un mucho de competitividad estimulada desde la cuna. No sabemos convivir con nuestros semejantes, todo para nosotros, nuestro ego inmenso y esa necesidad de comprender todo en términos de blanco o negro, cuando la realidad, señores, hace tiempo que dejó de gastar colores. Ahora todo es de tonos transparentes, un espejo deforme que nos ofrece lo peor de la especie. Dicen que es una crisis ecónomica; creo, más bien, que es una crisis de todo el hombre occidental, perdido entre la bruma del hastío y la nueva miseria. Un poco más idiotas (de verdad) nos haría algo mejores y tal vez más felices (aunque no estemos diseñados para ello).



Este sábado día 6, a partir de las 20 hs. presento en la Librería Tres Rosas Amarillas (en San Vicente Ferrer 34) de Madrid, mi libro El tiempo nos va desnudando. Una buen modo de conocer mis diatribas personales y mi forma de entender lo literario. Estaré acompañado por mi amigo, poeta y antiguo profesor, Santiago López Navia. Nos vemos allí, acompañados de libros y amigos.



[De vez en cuando tengo la necesidad de escuchar The Jesus & Mary Chain, como un bálsamo ruidoso con el que curar alguna cicatriz en el pecho o las manos (supongo que de lo explosivo/implosivo de los días)]

No hay comentarios:

Publicar un comentario