lunes, 31 de enero de 2011

Si no te paras, puedes perdértelo

Me apetece hablar de Cashback. Me apetece hablar de cine que habla sobre belleza y cuerpos desnudos dibujados a carboncillo. Me apetece detener el tiempo. O volver atrás y poder ver esta película por primera vez. Debería estar hablando hoy de Abbas Kiarostami y su Copia Certificada (que pude ver ayer mismo en los incómodos asientos de El Albeitar), pero no me apetece tanto. Me gusta pensar en esta cálida cinta nocturna, Cashback de Sean Ellis, como una de esas que nos transforman repentinamente. Que dejan una huella indeleble pese a su ingenuidad o la de sus personajes adolescentes de cara aniñada con problemas existenciales que ya quisieran para sí en otras partes del globo. El pequeñoburgues tiene sus propios problemas (y los sufre con más o menos decoro).




Cashback habla de la percepción del tiempo, de las posibles fórmulas para escapar a su dictadura. Un modo único de entender la vida y las relaciones a través del insomnio, las relaciones de pareja truncadas y esa nueva posibilidad que siempre está ahí delante, esperándonos, y que no solemos ver. Tal vez Cashback no sea tanto como digo. Puede. O quizás sí, y sea esa película que le cambie el día e instale en su cara una sonrisa más o menos duradera. Pruebe la medicina a eso de medianoche y me cuenta. Muy recomendable en casos de desencanto sentimental, noches en vela más o menos continuadas y urgencia por entender algunas cuestiones extrañas de la vida.









[Trailer de Cashback o fórmulas cinematográficas-vitales para detener el tiempo y saber manejarlo con cierta pericia]



viernes, 28 de enero de 2011

Olor a fuego y azufre

¿No lo sentís? ¿No podéis olerlo en el aire? Sí, ese mismo aire viciado lleno de hartazgo, malestar y desencanto que se extiende cada día. Aparentar que no existe no servirá de nada. Es la enfermedad del existir extendiéndose hacía su máxima dimensión.Perdidos todos en el juego del dinero y el poder.Vendidos por todos. Exprimidos por todos. Cada segundo de una vida. Esa es la verdad. Todo es una gran mentira.


Al menos el fuego lo purificará todo. Eso seguro. Limpiará nuestras almas desgastadas. Un desencanto terrible se cierne sobre el corazón. Hemos olvidado respirar. Sobrevivir no es suficiente. Vivir es el objetivo. La vida será comprendida o no será.

lunes, 17 de enero de 2011

Los peligros de las listas

El comienzo del año siempre es sinónimo de listas. Las hay de todo tipo y color, pero las que nunca faltan son las musicales. Cada publicación suele hacer la suya con sus colaboradores, encumbrando o redescubriendo lo ya conocido. Los nombres que este año han barajado las principales revistas musicales (Rockdelux, Go Mag, Mondosonoro...) son prácticamente los mismos: Beach House, No Age, Keney West, Deerhunter... Vamos, que da la impresión de que no hay mucho más donde elegir o ha sido un año pésimo (me cuesta pensar en una globalidad escasamente creativa). Pues quiten esa idea ahora mismo (tan peligrosa, por cierto). La crítica y las listas son una orientación, no un dogma sagrado en el que creer el resto del año. De hecho, mirando hacia atrás, las listas de antaño no resultan precisamente un dechado de aciertos. Mi pregunta es: ¿A dónde van todos esos grupos y sus álbumes no reivindicados por las listas y la sabia crítica especializada? ¿A una especie de limbo musical? ¿A la espera de una justicia literalmente poética?


Pues bien, un grupo que me hizo reflexionar sobre todo ello fueron estos Harlem y su delicioso disco de 2010 Hippies. Nos presentó mi adorado Javi O. (¿qué haría uno sin amigos en busca de la próxima gran joya oculta a la vista de todos?).Puede que no sea una obra muaestra. Puede. Pero el olvido es injustificado. Escuchen. Paladeen. Disfruten un LP a degustar, un acierto pop (puede que hoy tenga el día de defensor de los desheredados). Busquen. Remuevan la red en busca de esa gran canción que seguro estará por ahí para vds. y no apareció en ninguna lista. Lo dicho, los peligros de las listas.





[Harlem y su encantador video lo-fi. ¿Han escuchado alguna vez eso de que menos es más? Pues eso]



jueves, 6 de enero de 2011

Lecciones de humildad

Volver a revisar El Buscavidas (The Hustler) es una gran lección de humildad. De buen cine, por supuesto, y de la evolución de un carácter, que habitualmente se define y amplia más por lo no logrado, por la templanza en los momentos difíciles, que por lo conseguido a la primera, sin dificultades y sin esfuerzos (con o sin sudor adjunto).
Todos llevamos un arrogante dentro (los hay con más o menos talento) al que de vez en cuando se le debe dar una lección, recordar que la técnica es necesaria, que la mirada sirve de mucho, pero sin la imprescindible actitud no hay nada valioso. Eso me lo enseñó y me lo sigue enseñando, sin alardes, una película como El Buscavidas. Donde la excusa es el billar, aunque cualquiera puede ver que es perfectamente aplicable a un sinfín de facetas vitales de nuestra existencia de mil y un fracasos (aunque nunca me haya gustado mucho el concepto de "fracaso" -creo que nunca se "fracasa" del todo-). Así uno llega a la conclusión de que sólo las caídas nos hacen mejores. Porque existe un error demasiado habitual por ahí, creer que se compite contra los demás, cuando la verdad la sabe cualquiera que haya peleado los suficiente: uno compite contra sí mismo (el de ayer, el que renunció, el que justificó hacerlo mal). Ésa y otras valiosas lecciones las pueden recoger de esta maravilla de Robert Rossen. Un regalo imperecedero del ay lejano año 1961.


Porque las cosas no han cambiado tanto. Lo dicho, los segundos puestos siempre ofrecen más. Son mucho más eficaces para la mejora personal y colectiva. Creo que eso mismo es lo que les va a ocurrir a Nodding by the Fire, reconocidos por la publicación musical Mondosonoro como los creadores de la segunda mejor demo de Castilla y León durante este pasadao 2010. Mi enhorabuena a todos los que hacen posible el mayor alarde instrumental de esta pequeña ciudad con frío que es León. Mi enhorabuena también a unos otros ilustres segundos, The Bright, éstos en el apartado de mejor disco en Castilla y León durante 2010. Bien por Myriam y Aníbal. E insisto, los primeros nunca sacaron ninguna lección importante (aunque les guste aparentar lo contrario).








[Una escena de El Buscavidas, con un ofuscado y arrogante Newman sin saber todavía lo suficiente. Espero que Nodding By The Fire y The Bright revisen la cinta. Me acabarán por dar la razón (sí, en esto soy como los viejos acodados ante las obras)]



lunes, 3 de enero de 2011

Buscando entre la niebla

Estoy atrapado con un libro. Debo contárselo. Es urgente y puede que no quede mucho tiempo. Espero que se den por avisados. Que se hagan con uno. Seré contundente: es difícil entenderse y entendernos hoy sin leer a fondo La cámara de niebla de Alfonso Xen Rabanal. Un gran libro, ya digo, muy céliniano y que posee esa gran pretensión que toda obra debería tener (si quiere ser valiosa): ver el mundo y ver a otros con transparencia de cristal sucio y motas de polvo personal. Con más lecturas y creadores así (pienso también en Vicente Muñoz) la existencia tendría un sabor más amargo, pero también más real y honesto.Y no todos esos libros que dicen al oído lo que uno quiere escuchar, el tintineo de las mentiras que soportan el mundo con las desigualdades de siempre a los de siempre. Por eso es sorprendente ver a Xen entrelazar con naturalidad a Reich y Bukowski, a los griegos y al underground leonés(Vinalia Trippers y el subsuelo de los que creen en la nada -que, por supuesto, lo es todo-).


Literatura fermentada y llena de aciertos, de niebla envolviendo las emociones y la confusión, de puntos suspensivos como muerte entrecortada... con esa sensación de que alguien piensa y utiliza su cabeza no sólo en beneficio propio, sino en el de todos nosotros, los desheredados de la vida y los coches de sillones de cuero.
No sé qué puede pensar Xen de todo esto. No se fía mucho de los psicólogos. Seguramente medite en bajo que este chaval alto y de manos grandes ha visto algo raro (adorable extrañeza) en ese espejo grueso que es La cámara de niebla. Puede que, como Rimbaud, piense que donde deja uno la poesía, la seguirán otros. Esa eterna lucha por hacer soportable todo esto que nos rodea. Niebla y niebla. Desesperación. Muerte y más muerte. Y, claro, a eso sólo se atreven unos pocos. Xen es uno de ellos. Te la debemos.






[The Kills, ese dúo bello como la lluvia que define nuestro tiempo mejor que nadie. Suenan mucho a The Velvet Underground. Pero lo contrario es muy difícil. Pasaron los tiempos de los grandes inventos (por mucho que lo pretenda Animal Collective)]