viernes, 20 de mayo de 2011

De un yo a un nosotros

Han criticado todos los aspectos del movimiento generado a partir de este reciente 15 M, que si no había propuestas específicas (mentira), que si tenía intereses políticos concretos (mentira), que si era flor de un día (otra mentira), que eramos una generación nihilista y que se conformaba con todo lo que le echaran (visto lo visto, está claro que mentira). Y ha resultado por todo ello una movilización digna y verdaderamente democrática, inclusiva y no exclusiva, transversal, justo lo contrario a lo que algunos se han habituado demasiado tiempo, con unas leyes que defienden sus intereses particualres y su malsano statu quo. Existes agradables guiños cómplices desde el resto del planeta. La vida nos sonríe, se puede mirar al horizonte de las posibilidades, desde Sol a una pequeña plaza en la ciudad de León. Ciertas formas de civilización acaban con el ser humano, con sus esperanzas y con su deseo de algo mejor. Las personas merecemos ese algo más que no ofrecen en absoluto los productos de consumo, la vajilla de 24 piezas o la copa cargada a las 3 de la madrugada. Eso sólo lo logra luchar pòr una realidad mejor, no olvidar al de al lado, compartir lo que se tiene como en un gran banquete vital. El principal cambio pasa hoy por hoy de un yo a un agradable nosotros. Sí, qué gran palabra, nosotros.


Pero como en toda movilización existen riesgos. De Gaulle, un militar recalcitrante, ganó las elecciones tras un catártico Mayo del 68. Por tanto el mejor ejercicio particular es un voto responsable, lúcido y justo con todos los que convivimos cerca, los que pagaremos sus indefectibles consecuencias. Acusan a todas estas reacciones de idealistas, de abstractas. No creo que tenga nada de abstracto pedir un mundo más habitable, a cualquiera se le pueden ocurrir un largo listado de aspectos mejorables en esta democracia. Lo mejor es que se pueden llevar a cabo con facilidad. No hacerlo significa pertenecer a un sistema turbio y deshumanizado, que se olvida del débil y que tal vez sólo nos recuerda como mercancía intercambiable. Si no eres parte de ello, sólo te queda acercarte a Botines o a tu plaza más cercana. Hoy mismo llevaré botellas de agua a los acampados. Sí, para hacer algo tan grande y tan sencillo como cambiar el mundo.




[Happy Mondays. Todos los lunes serán felices o no serán]



1 comentario:

  1. estuve en la puerta del sol. una bonita maniobra orquestada por el PP. esto no es mayo del 68, cualquier tipo de revolución está ya totalmente absorvida por el sistema. si antes estábamos jodidos, ahora mas.

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