lunes, 25 de octubre de 2010

La red egoísta

La red social es otro de esos trabajos analíticos y obsesivos de David Fincher (director de, por ejemplo, Seven), en la línea que inició con Zodiac y que una avalancha informe de críticos se dispuso a adorar sin condiciones y pegajosa baba. No puede uno negar que la obsesividad de otros es aburrida (la de uno siempre parece interesante), aunque siempre hay obsesiones de más o menos calidad, más o menos aburridas. La red social debe mirarse, a mi jucio, como un retrato de una generación que solo ama el dinero (justo después a sí mismos), compulsivamente, una generación a la que todo es práctico en función de que sea económicamente interesante. Tiempos difusos, tiempos líquidos (mi particular ehnorabuena a Bauman, al que más que merecidimante han galordonado con el Premio Príncipe de Asturias de este año).


La red social nos recuerda que las nuevas generaciones (la mía incluida) han sido educadas únicamente para su beneficio personal (ni siquiera ya para el de sus amigos), su inteligencia aplicada a obtener ganancias (hay agradables excepciones, por suerte), nada de desear o pretender cambiar el mundo. Todas las generaciones previas, especialmente las del siglo XX, lo intentaron con más o menos acierto (alguno se convirtió en lo que odiaba previamente), perdieron (la prueba está delante de nosotros), pero sin esos intentos, sin la utopía todo sería probablemente mucho peor (antes se odiaba a la generación de los padres, ahora se les pide un montante para llegar a fin de mes). Qué vayas a perder la guerra no quiere decir que no se deba intentar hacer caer algo que no está bien.

La cinta cuenta la historia, muy asépticamente (nos movemos con la legión de abogados detrás), de un muchacho resentedido dentro de las élites que dominarán el mundo (Harvard y clubs por el estilo), que crea facebook, la red más exitosa de todas, que se extiende como un virus no para crear algo positivo, sino simplemente para decirle a nuestros "amigos" que me voy a la ducha o me duelen las muelas. Cosas de los tiempos, insisto. El presidente real de facebook, como contraataque ha donado 100 millones de dólares a colegios infantiles norteamericanos, que si ahora quiere acabar con las guerras en el mundo... Si te tienen que hacer una película para recordarte que eres monstruo, mal vamos. Luego los chicos de marketing harán su trabajo. Sí, la historia del multimillonario más joven de la historia.






[Bowie en directo con ese magnético Let´s dance, uno de los hits de los 80 más redondos. No bailar es realmente imposible... Una vez estuve a punto de verle en directo...No pudo ser]



1 comentario:

  1. Me alegro de que te gustase el blog =)

    Todavía no he visto la película, pero me han entrado ganas de verla a partir de las críticas aunque en principio no me llamaba nada la atención la temática.

    Qué lástima estar a punto y al final no ver a Bowie!

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