martes, 8 de enero de 2013

Hablemos


Creo no ser fácilmente impresionable. Pero lo que me ha ocurrido con Tenemos que hablar de Kevin (2011) ha desbordado cualquier pequeña o tonta expectativa que pudiera tener poco antes. Es tan increíblemente humana que he necesitado repensarla una y otra vez, como un problema matemático no resuelto. Tenemos que hablar de Kevin es redonda en su estética, en sus silencios musicales y de color, en sus personajes transparentes, en su dolor, especialmente en su dolor (crea empatía de un forma tan única e intensa, que pocas veces he vivido algo así). Siento que he presenciado cine de verdad, de altura, gigante como una de esas torres de cien pisos amuralllada por cristal reflectante. Y de igual modo posee sus respectivas mil caras, mil reflejos, mil posibilidades que se encierran en cada fotograma, en cada sugerencia emocional. Lynne Ramsay, su directora, ha dado tan en el clavo que el resultado no puede ser otro que la cinta de obligado visionado para cada familia media de Occidente. Parece excesivo, pero no lo es, creánme.






Tenemos que hablar de Kevin cuenta la historia de una pareja y su primer hijo, un niño en principio difícil y que poco a poco se va convirtiendo en un auténtico monstruo (un psicópata desafiante que pretende aniquilar cada pequeño rincón, especialmente todos los relacionados con su madre). El film ahonda en la lucha diaria de una madre ante las adversidades de cualquier tipo, en las inmensas dificultades que supone educar y lo enormente fácil que es equivocarse (y sobrevivir a ello). Además de abrir y ampliar ese dogma posmoderno que culpa a los padres de todos los resultados de sus hijos (como si fueran una inversión a plazo fijo y con intereses). Este es, a mi juicio, uno de los grandes desafíos de la película, su clara intención de dilucidar esos conceptos tan vagos y tramposos como el bien y el mal, responsabilidad o justicia. Me preocupa, eso sí, algunas de las sugerencias veladas de esta historia, donde muy en el fondo habitan con naturalidad la violencia y ciertos valores que parecen intentar regresar para quedarse. Vean con calma Tenemos que hablar de Kevin y preparen un debate posterior. Se lo pedirá algo desde muy dentro.











[ Necesitamos hablar de Kevin ]







2 comentarios:

  1. excelente película. de las mejores del año pasado. buenísima banda sonora, grandes interpretaciones y final apoteósico.

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  2. tan sólo te recomendaré la mejor peli del 2012: "Holy Motors" de Leos Carax

    http://www.inmassmind.blogspot.com.es/

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