Una huelga de dos días no es ninguna tontería. Tres muertos derivados de las protestas y los disturbios de una población cansada tampoco. Pero, curiosamente, su presencia en los medios no está a la altura de su relieve histórico. No se producían tan constantemente altercados en las calles desde el mayo del 68 parisino o Praga en ebullición.Es curioso que sea Grecia el primer país occidental donde se vuelvan a dar, otra vez, altercados populares de esta magnitud. Grecia, no lo olvidemos, es el país de la lógica aristotélica, de La Odisea, del teatro dionisiaco... Es el origen y el final de un modo de entender la realidad. El Yo por encima del absoluto TODOS. Tal vez el "fin de la historia" real(Fukuyama equivocado hasta la médula y al mismo tiempo acertadísimo) por la implosión de un sistema abultadamente podrido.
Cuando la sangre corre, el descontento es total, imparable. Y lo que puedo ver es una modificación sistemática, interesada y política de todos los hechos, desde la economía a las protestas, desde el enfoque (todo puede argumentarse desde cualquier punto de vista) a la inoperancia. El crack financiero es un preámbulo al crack emocional. La población, griega o no, no va a estar dispuesta a ceder infinitamente lo mucho que ha costado conseguir lo poco que posee en las manos (si no, la pérdida será terrible y radical; es la última de las oportunidades). Es más necesario que nunca releer a los situacionistas, el cambio urbano y todas sus propuestas. Comienza a destaparse el pastel. Veamos qué hay debajo.
[Como le decía por carta Freud a André Breton, padre del surrealismo, confío en las acciones de los jóvenes. El mundo es del que queda aquí para recogerlo, sus cenizas o sus mausoleos./ Two Door Cinema Club o mi confianza en el futuro. Primer disco de estos dandys con perspectiva y que, por supuesto, no debería pasar desapercibido]
LA LABOR DEL TERMINATOR: Tomás Soler Borja.
Hace 11 horas
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