martes, 10 de julio de 2012

Young Adult, qué malo es hacerse viejo


Decía Pete Townshend (de The Who) aquello de que no hay que fiarse de alguien de más de 30. Y probablemente tenía razón. Lo peor, claro, es que todos hemos envejecido, y mucho (Townshend incluido, que arrastra todavía su cuerpo sordo por los escenarios). Una vez superada la treintena, las incongruencias, las decepciones y la nostalgia crecen como veneno en sangre. Todo esto viene porque hace muy poco he visto Young Adult. Y tengo que decirlo, me ha entusiasmado. Reconozco que era bastante descreído de ese indie resultón que fue Juno (que se tradujo en varios Oscar y una banda sonora con pegada que ruló por casi todas las manos posibles). Porque si en Juno había efectismo y emociones teen un tanto excesivas y en persecución tramposa de lo cool (por mucho que incluyera a mi adorado Michael Cera, más empanado que nunca), en Young Adult la fórmula de su guionista se ensancha y crece hasta dar como resultado un cóctel con mucho más cuerpo, severo y profundo de verdad, como la propia vida (aunque con más humor; los días, muchas veces, no tienen tanta gracia).




Young Adult es la historia de una escritora demacrada adicta al alcohol y las historias románticas. Tanto o tantísimo que decide ir en busca de su amor de instituto. La cuestión (siempre hay una cuestión) es que el chico está felizmente casado y con una niña. Es ilógico, pero una posibilidad, porque echamos de menos esos tiempos que para nuestra generación -como para la protagonista- estuvieron llenos de MTV y Nirvana. Aquella etapa que creímos perfecta, redonda y sin apenas vueltas a nuestra cabeza. Aunque todos sabemos que no fue así del todo. Lo que ocurre, quizá, es que nuestro presente sea tan retorcido y gris que aquello parezca ahora las mismísimas puertas del paraíso. Nos ha costado crecer. Pero siempre hay a quien le ha costado todavía más (y de eso va el arte, de exagerar y llegar a algún resultado). Mirar atrás y ver en qué nos hemos convertido (si nos parecemos a aquello que tanto imaginamos tumbados en nuestra cama). La "joven adulta" protagonista (una estratósferica Charlize Theron que merece hasta el último premio cinematográfico ideado por el hombre) se siente sola, desorientada e infeliz. El pack completo del ciudadano medio de las grandes urbes atestadas e individualistas. Y para conseguir la felicidad (esa que prometen los manuales de autoayuda) vale absolutamente todo: herir a los demás, ser cruel, aparentar solidaridad o volverse completamente egoísta. Olvidando que ese es justo el camino contrario para conseguirlo. Y en esas estamos desde entonces en Occidente. Pero mientras se viene abajo el imperio, no dejen de ver Young Adult. Una fábula (muy real) de nuestro tiempo.












[The Breeders, aquellas chicas y aquellos (agradables y mitificados) 90]










4 comentarios:

  1. Siento decir que esta vez no estoy deacuerdo contigo. No conecté en ningún momento con el patetismo exagerado del personaje una especie de Peter Pan grunge fallido bajo mi punto de vista.

    Entiendo lo que querían decir en la película pero, como pasa en Juno, había un poco de moralina profamiliar y un tanto de puerilidad que solo se creen los yankees.

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  2. juno era basura, me puso de mala ostia esa peli. y no me extraña que este director haya acabado haciendo comedietas made in hollywwod.

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  3. Pues yo como no lo ha visto tendré que mirarla.

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  4. si tienes un gestor de torrents te bajas JUNO aqui:
    http://www.torrentportal.com/download/3277778/Juno.DVDRIP.%28spanish%29.www.lokotorrents.com.torrent

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