miércoles, 9 de septiembre de 2009

A veces me siento como Morrison con barba




A veces me siento como Morrison con barba

Hoy me he levantado melancólico,
triste por la inercia de las horas beige.
He cogido mi coche,
música a mucho volumen
y he podido ver
gestos de videoclip,
lágrimas de gato solo,
pero podía notar, también,
algo de odio enfermo en el aire,
la crueldad de la madrugada
y un par de chicas con el pecho feo.
Luego he visto las caras de siempre,
las manos de siempre,
y he pensado, casi por inercia,
que sólo merece la pena ser una estrella rock.
Un Morrison con barba,
alcohol en el armario,
una mujer a la que amar
y, tal vez, solo tal vez,
ver pasar, lentas,
las horas que nos roban
los desalmados de siempre.
Lo pude escuchar ayer mismo
en un programa de televisión:
Este es un país de pesados.


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