Este fin de semana pude ver "Al rojo vivo", con James Cagney y Victoria Mayo. Una gran película que me vino a recordar que las cosas no salen de la nada (creo que De Niro tiene muchas deudas con el bueno/malo de Cagney), y así, con sencillez, me adentré de nuevo en la mente del asesino frío, las madres neuras y las armas chillando. Un paraíso perdido.
Cuánto le queda a uno para ser como Cagney. Al menos, bailar con Diana Ross no lo hago tan mal (eso dicen)./Leo a Harold Bloom y miro al cielo cómo está a punto de llover o nevar de nuevo/.
LA LABOR DEL TERMINATOR: Tomás Soler Borja.
Hace 35 minutos
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